
Y es que, a tan descalabrado y esperpéntico concepto estético, hay que sumar la mala calidad e idoneidad del material utilizado para la construcción de su ornamentación. Por más que algún técnico del Ayuntamiento vaya diciendo por ahí que también la Alhambra tiene ornamentaron de escayola (afirmación fruto de la ignorancia), todo el mundo vinculado más o menos a la construcción sabe de los graves problemas que presenta este material en su exposición a los agentes medioambientales externos.

El concepto estético de este edificio, así como los materiales utilizados en su ornamentación, son el más claro exponente de la nefasta política estético-urbanística que esta Corporación Municipal esta dejando como lastre al pueblo de La Palma del Condado.
Es vergonzoso y ridículo que se presente este más que cuestionable edificio como el referente cultural de La Palma y como el espacio escénico que el Pueblo se merece. Es vergonzoso, en definitiva, que nuestras Autoridades se conformen con tan poco.
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