Recordemos, aquí y ahora, el Pleno celebrado el 6 de septiembre pasado. A una pregunta formulada por la oposición sobre la reciente caída de las molduras de la fachada principal del Teatro España, el Concejal de Urbanismo se perdía en un discurso confuso cargado de vocabulario técnico, incomprensible para la mayor parte de los asistentes, en el cual evitaba dar la verdadera y única explicación al grave problema que presenta la fachada de tan céntrico edificio cultural.Y es que, a tan descalabrado y esperpéntico concepto estético, hay que sumar la mala calidad e idoneidad del material utilizado para la construcción de su ornamentación. Por más que algún técnico del Ayuntamiento vaya diciendo por ahí que también la Alhambra tiene ornamentaron de escayola (afirmación fruto de la ignorancia), todo el mundo vinculado más o menos a la construcción sabe de los graves problemas que presenta este material en su exposición a los agentes medioambientales externos.
Como decíamos, en aquel Pleno el Concejal argumentó que se iba a solucionar el problema. Se fijarían los elementos decorativos a la estructura de hierro de los balcones a través de unos anclajes también de hierro. Y han sido precisamente unos elementos pertenecientes a la parte inferior de los balcones y con esas medidas aplicadas los que se han caído recientemente, la tercera vez en menos de nueve meses. Véase la base del balcón totalmente oxidada y la pérdida de escayola en las fotos adjuntas.El concepto estético de este edificio, así como los materiales utilizados en su ornamentación, son el más claro exponente de la nefasta política estético-urbanística que esta Corporación Municipal esta dejando como lastre al pueblo de La Palma del Condado.
Es vergonzoso y ridículo que se presente este más que cuestionable edificio como el referente cultural de La Palma y como el espacio escénico que el Pueblo se merece. Es vergonzoso, en definitiva, que nuestras Autoridades se conformen con tan poco.
