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martes, 6 de noviembre de 2007

LA PALMA EN PELIGRO: EL MERCADO DE ABASTOS

Con el presente, queremos comenzar una nueva serie informativa sobre aquellos edificios históricos, espacios o elementos de interés civil, religioso, industrial, ambiental y paisajístico, que definen a La Palma en su identidad como Pueblo, pero que inexplicablemente no han sido incluidos en el Catálogo oficial del PGOU. Catálogo que es, de hecho, la herramienta esencial para el mantenimiento de las características arquitectónicas y ambientales de nuestra ciudad.

Legalmente dicho Catálogo se tiene que ajustar a lo expuesto en el artículo 93 del Real Decreto Legislativo 1/1992 de 26 de junio. Que dice así: “La protección a que el planeamiento [PGOU] se refiere cuando se trate de conservar o mejorar monumentos, jardines, parques naturales o paisajes, requerirá la inclusión de los mismos en catálogos, cuya aprobación se efectuará simultáneamente con la de aquél”.

Porque fue un error histórico derribar el antiguo Estadio de la Zarcilla, que no estaba incluido en el Catálogo. Porque fue un error histórico derribar nuestro antiguo Cine-Teatro España, inicialmente incluido en el Catálogo, pero que fue legalmente “excluido por error”. Porque fue un error histórico derribar la Fábrica de Harinas de los Domínguez-Rivera, no incluida del mismo modo en el Catálogo. O por lo ocurrido con el último caso –vergonzoso caso– de la ya expoliada chimenea de Verdier. La chimenea bodeguera más antigua de Andalucía, recientemente destruida por la empresa “constructora” ecijana Furnells… con la pactada complicidad del Ayuntamiento “popular” de La Palma del Condado. Por eso mismo, porque la identidad de La Palma como Pueblo no es motivo de alegaciones, pasamos a esbozar una breve reseña de nuestro primer edificio histórico: el MERCADO DE ABASTOS.

Aunque sea una promesa electoral del actual Equipo de Gobierno Municipal, será un nuevo error histórico que muchas generaciones futuras duramente podrán perdonar. La Alcaldía no tiene derecho a hacer esto (una mayoría absoluta en ninguna caso sirve para ello). Porque está en la obligación de oír al pueblo… y rectificar. Hay que indultar a este emblemático edificio, que siempre fue -y sigue siendo- el centro social de La Palma desde tiempo inmemorial.

El Mercado de Abastos de La Palma del Condado preside la Plaza de Pedro Alonso Morgado, popularmente conocida como la de la “Pescadería”. Es el segundo centro neurálgico de la localidad, después de la Plaza de España. Este emblemático mercado fue construido entre 1931 y 1933, aunque el levantamiento planimétrico es de finales de los años 20 del siglo pasado.

· Estado de conservación: Buen estado.
· Elementos alterados: Se propone la recuperación de los antiguos ventanales con vidrieras o elementos de forja más afines a los originales, tanto en puertas como en los ventanales laterales, para así mantener una misma línea más acorde con la arquitectura de este histórico edificio.
· Propiedad: Ayuntamiento.
· Estilo arquitectónico: Arquitectura popular.
· Uso original: Comercio tradicional.
· Uso propuesto: Centro de Exposiciones, Centro Cívico y Sede de Asociaciones.

El ejemplo dado por la Asociación de Belenistas “El Templo” en el pasado Congreso Nacional de Belenistas, reconvirtiendo el Mercado de Abastos y dándole un sentido cultural, del que carece hoy por hoy La Palma del Condado (y nuestras primeras Autoridades lo saben), viene a justificar sin duda alguna que la decisión adoptada por la Corporación Municipal (el derribo) es a todas luces errónea. Escuchen al Pueblo, una vez más… y rectifiquen, pues es un clamor popular.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto que fué un centro neurálgico y de reunión del pueblo. Siempre oí a mi abuela decir que allí acudían los jornaleros del campo (mi abuelo lo era) a buscar trabajo; allí se citaban los que necesitaban trabajo y los que precisaban mano de obra. Aún seguimos viendo a personas mayores, casi todos hombres, sentados y charlando, seguramente, de tiempos pasados.
La derribarán, construirán otra plaza, con aparcamientos soterrados, así un edificio emblemático de La Palma, ese pueblo tan querido por el que muchos se dan golpes de pecho, perderá otro de sus edificios emblemáticos.