En efecto, el edificio de la antigua Estación Enológica de Valdepeñas será restaurado mediante un taller de empleo en el que se invertirán 446.371 euros y trabajarán 23 personas por espacio de un año, según anunció a finales de enero el concejal de Obras y Urbanismo, Manuel Martínez (en la foto).El edificio, en vez de ser derribado y erradicado del callejero valdepeñero, será reconvertido y adaptado como infraestructura deportiva, de modo que albergará nuevos vestuarios, un almacén y varios despachos del complejo polideportivo anexo.
El edificio data de 1911 y sirvió como Centro de Experimentación y Desarrollo de la producción de vino y ha sido incluido en el catálogo del Patrimonio Industrial de Castilla-La Mancha. Este proyecto permitirá limpiar y recuperar el ladrillo visto de la fachada del inmueble para devolverle su aspecto original y rehabilitar la techumbre de madera del interior, entre otras actuaciones. Ni que decir tiene que este tipo de iniciativas engrandecen a los gobernantes que las ejecutan, por lo que son dignamente alabadas y reconocidas. Para nada, en el caso contrario, que deja ver más que insensibilidad, ignorancia y desprecio por el Patrimonio local.
En La Palma también exitió una importante Estación Enológica de ámbito comarcal. Hoy, desgraciadamente, ha desaparecido... pero siguen existiendo importantes hitos arquitectónicos de aquel emporio bodeguero que merece la pena preservar y reconvertir culturalmente. ¿Estaremos a la altura?
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