En la sevillana localidad de Villanueva del Ariscal, popular por su mosto, se construirá el primer museo del vino de la provincia hispalense. Esta iniciativa se desarrolla a través del proyecto ‘Baco’, puesto en marcha por la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Villanueva. Según palabras del delegado provincial del ramo, Francisco Obregón, se pretende “hacer de este proyecto un atractivo turístico para los visitantes” de una localidad cuya tradición vinícola impregna su historia, cultura y economía.El complejo museístico, que incluye una hacienda, una bodega, un lagar y una plantación de viñedos, tendrá una superficie total de 10.000 metros cuadrados, extensión similar a lo que ocupan hoy en día las instalaciones de las palmerinas Bodegas Salas.
Ni que decir tiene que La Palma del Condado, definitivamente, está bajando a los últimos puestos tanto a nivel comarcal como regional en torno a la Cultura del Vino. Y eso que proyectos turísticos hay (¿o hubo?), que aún patrimonio bodeguero tenemos (las mayores instalaciones bodegueras de la provincia están en nuestra ciudad, edificios construidos a finales del siglo XIX y principios del s. XX…), pero ahora “donde dije digo, digo Diego…”. Podremos seguir siendo la sede de la Cátedra del Vino del Condado, formar parte de las Asociaciones Española y Europea de Ciudades del Vino, vestirnos de gala en la Fiesta de la Vendimia (del Condado), pero si olvidamos nuestro pasado, aquel del emporio bodeguero, habremos perdido nuestra identidad como Pueblo. Ojalá nuestras primeras Autoridades rectifiquen. 
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